Ai Weiwei, las semillas de girasol y los crackers de pipas (ESP)
Ai Weiwei (1957) es un artista y activista chino. Es hijo del poeta Ai Qing, uno de los poetas más famosos de la China contemporánea, a quien le prohibieron publicar sus novelas y tanto él como su familia fueron exiliados.
Weiwei viajó a los Estados Unidos en 1981, donde entró en contacto con el arte conceptual, pero en 89 tuvo que volver a Pekín. Tal vez su primera obra conocida a nivel mundial fue el diseño del estadio olímpico de Pekín del 2008, conocido como el nido de pájaro, y que diseñó juntamente con los arquitectos Meuron y Herzog.
A pesar de esta obra, la mayoría de sus instalaciones tienen un carácter activista y político, como pintar el logo de Coca-Cola en vasijas de la dinastía Han (1995), crear estructuras con miles de bicicletas para representar el cambio social en China, forever bicycles (2003), o una instalación hecha con mochilas de escolares, para denunciar la precariedad y cómo el gobierno intentó ocultar el número de muertes cuando en 2008 un terremoto en Sichuan sepultó los colegios y murieron miles de niños.
Como respuesta a su arte subversivo, el gobierno chino lo secuestró en 2011 durante 81 días, y por eso gobiernos internacionales, grupos por los derechos humanos o instituciones, como la Tate, pidieron su liberación. Es por eso que en los últimos años ha vivido en el exilio en Berlín, Reino unido y Portugal, donde reside actualmente.
La instalación Sunflower seeds (2010) es una de las más conocidas del artista, y constó en llenar la Sala de Turbinas de la Tate Modern, de Londres, de 1000 metros cuadrados, con más de 100 millones de pipas de porcelana, modeladas y pintadas una a una a mano, convirtiendo cada una de las pipas en una pieza única. El proceso de realización duró más de dos años y medio, y en él participaron 1600 trabajadores chinos.
Las pipas recuerdan en China a los carteles de la Revolución Cultural de los años 60 y 70, donde se mostraba a Mao Tse-Tung como el sol, con girasoles debajo, que representaban al pueblo girándose hacia él. De hecho, eligió la porcelana porque es un material tradicional chino e históricamente una de las exportaciones más preciadas del país.
Así pues, basándome en esta instalación de Weiwei, la receta de esta semana son unos crackers muy crujientes, veganos y sin gluten, de avena, sésamo y pipas de girasol. Son una opción genial para picar o para acompañar un buen hummus o un queso. A continuación puedes encontrar la videoreceta y la receta escrita.
Crackers de sésamo y pipas de girasol
Ingredientes
- 125 g de harina de avena
- 100 g de agua templads
- 1 cucharada de tahini (pasta de sésamo)
- 1 pizca de sal
- Pipas de girasol
- Semillas de sésamo
Elaboración paso a paso
- El primer paso es mezclar todos los ingredientes: la harina, la sal, el tahini, el sésamo, las pipas de girasol y vamos añadiendo agua templada a cucharadas.
- Amasamos la mezcla, y si es necesario añadimos más cucharadas de agua, hasta que quede una masa uniforme que no se rompa.
- A continuación aplanamos entre dos papeles de horno para que no se pegue la masa, y añadimos más pipas o sésamo por encima. Si es más fina será más crujiente.
- Cortamos los crackers cuadrados o como más nos guste, los colocamos en una bandeja de horno y los metemos a 170º durante 20 o 25 minutos, hasta que queden duros, Y voilà!