El primer paso es cortar la cebolla y sofreírla con un ajo y aceite de coco (o de oliva, pero el de coco es más sabroso).
Añadimos una cucharada o dos de pasta de curry y dejamos que se cocine unos minutos.
Por otro lado, cortamos a dados el pollo y la cocinamos en una sartén con un poquito más de aceite de coco.
Hacemos lo mismo con las verduras que queramos o tengamos a mano, y las sofreímos.
Mientras se cocinan, añadimos la leche de coco al curry (también podemos añadir un yogur para que salga más cantidad). Añadimos el tomate triturado y dejamos que se cocine unos minutos más.
A continuación añadimos una cucharada o dos de crema de cacahuete y trituramos para hacer una salsa.
Añadimos el pollo y las verduras cocinadas en la salsa de curry, y dejamos que repose unas horas, para que se mezclen todos los sabores (también podemos prepararlo el día anterior).
¡A la hora de servirlo podemos acompañarlo con arroz o pan naan casero!