Primeramente mezclamos el azúcar y el agua un minuto a fuego bajo para que se empiece a fundir el azúcar.
A continuación añadimos gelatina de sabor y mezclamos un minuto más, hasta que quede integrado (es importante que la mezcla no hierva).
Mezclamos el resto de gelatina neutra y cuando esté integrada lo metemos en los moldes. Si son difíciles de desmoldar, tendremos que engrasarlos con aceite de girasol, aunque yo no tuve que hacerlo porque mis moldes de silicona eran muy fáciles de girar.
Tiene que reposar unas 12h en la nevera, y a la hora de servirlos, debemos engrasar de nuevo el plato donde los coloquemos, para que no se queden pegados.