El primer paso es dejar en remojo las almendras unas 6-8 horas (toda la noche) en la nevera.
Cuando haya pasado el tiempo colamos las almendras y las ponemos en un procesador de alimentos con un litro de agua para triturar. Yo ho he hecho con thermomix, y lo he triturado durante un minuto a velocidad 7-8.
Una vez triturado, colamos la mezcla con una gasa o un colador de tela, y la pulpa de la almendra la podemos tostar a baja temperatura, para hacer harina de almendra.
La leche de almendra la podemos guardar en un recipiente de cristal 3 o 4 días, y si queremos podemos endulzarla, aunque ya está buenísima así sola.