El primer paso es poner la nata en una batidora, como si fuésemos a montarla.
Cuando la nata está montada continuamos batiendo hasta que se separe la grasa del suero.
Es muy importante colar la mantequilla con un paño o gasa para eliminar todo el suero, y de esta forma se conservará más tiempo.
La metemos en agua muy fría para terminar de limpiarla, y a continuación la metemos en un tarro de cristal para conservarla en la nevera.
Podemos usarla con carne o pescado, pan o verduras. Con sal, azúcar o sola. Tiene un sabor más intenso y cremoso que el de la mantequilla de supermercado.