Ponemos la leche en una olla y lo llevamos a ebullición. La retiramos del fuego y dejamos que enfríe a unos 30-40º.
En un bol colocamos la harina en forma de volcán y añadimos el azúcar y la levadura. A continuación, cuando la leche esté tibia la añadimos en el centro del volcán y lo tapamos con harina. Lo dejamos reposar una hora.
A continuación añadimos los huevos, la sal, el azahar, la piel de naranja y lo amasamos hasta que quede uniforme (yo lo mezclé con un robot de cocina durante 3 minutos, si lo hacemos a mano debemos mezclar unos 10 minutos). Si la masa está muy líquida podemos añadir un poco de harina para que sea más fácil de trabajar.
Añadimos la mantequilla a dados y lo amasamos 3 minutos más (en un robot, a mano son 10 minutos más aprox). Lo tapamos y dejamos que leve durante dos horas más, hasta que doble su tamaño.
El siguiente paso es hacer tres partes iguales de la masa en forma de bola y las dejamos levar en una bandeja de horno en la que habremos esparcido mantequilla para que no de peguen. Dos de las bola serán nuestros panes, y la tercera será la decoración. Dejamos que repose una hora más.
Cuando haya reposado, con la tercera de las bolas hacemos dos partes, una para cada uno de los panes, y a continuación dividimos cada una de las dos partes en una bola grande y cuatro alargadas, para crear los cuatro "huesitos".
A continuación preparamos el claseado: el huevo batido, la pizca de sal, la pizca de azúcar y la cucharada de agua todo mezclado. Con un pincel glaseamos los dos panes.
Colocamos los cuatro huesos en forma de x y encima la bola, y volvemos a glasearlo.
Lo metemos en el horno caliente a 200º durante 30 minutos. Yo a los 15 minutos los tapé con papel de aluminio para que no se quemasen.
Una vez listos los colocamos sobre una rejilla de horno para que se enfrien y cuando estén tibios fundimos dos cucharadas de mantequilla, con la que pintaremos los panes. Encima esparcimos azúcar blanco... ¡Y listo!