Vermeer, la lechera y la leche preparada (ESP)
Johannes Vermeer (1632-1675) fue un pintor holandés del siglo XVII, y uno de los referentes del barroco holandés, junto con Rembrandt. Su padre fue tejedor, pero también se dedicó a ser marchante de arte, oficio que heredó su hijo cuando su padre murió. En 1653 se unió al gremio local de artistas, que llegó a dirigir.
Hoy en día Vermeer es conocido sobre todo por sus pinturas de género, que son escenas de la vida cotidiana de la época. Destacan sobre todo por sus intriores íntimos y meticulosos, que parecen casi escenas congeladas. A pesar de esto, después de su muerte, la figura de Vermeer fue olvidada y su obra se atribuyó a otros artistas. No fue hasta 1870 cuando se lo redescubrió y se encontraron 35 pinturas suyas.
Sin duda, uno de sus interiores más famosos es La lechera, ca. 1660. Una obra extraordinaria de pequeñas dimensiones (45 x 41 cm). Recuerdo visitar el Rijksmuseum, en Amsterdam, y pasar casi de largo, porque es un óleo muy pequeño, y delante había un grupo de personas que hacían pasar la obra de Vermeer completamente desapercibida. Fue como encontrar un pequeño tesoro.
Los pigmentos son intensos: el amarillo, el rojo intneos de la falda o el azul real, un pigmento extremadamente caro en la época. Su pincelada es densa y cargada, y los colores son tan vivos que parece que el lienzo irradie luz propia. De hecho, la forma en la que Vermeer representa la luz entrando por la ventana es algo mágico. Las obras del holandés destacan por este dominio extraordinario de la luz, e incluso se le acusó de usar una cámara oscura.
En cuanto a la temática, Vermeer a menudo representaba en sus obras personas como criadas o mujeres trabajando, para ennoblecer estos trabajos. Escenas sencillas con personajes absortos en sus pensamientos, que otorgan a sus obras un misticismo único.
Por otro lado, si observamos las obras de Vermeer con un filtro de historiador, nos damos cuenta de toda la información que nos aportan estas obras: el mobiliario, los tapices, las baldosas o la comida. Son una fuente visual directa extremadamente rica por sus detalles. En La lechera nos podemos dar cuenta de los detalles de las costuras de la ropa, los utensilios de cocina, la textura del pan o de los dibujos del rodapié.
Así pues, basándome en esta maravillosa obra de Vermeer, la receta de esta semana es leche preparada, una bebida de verano a base de leche, limón, azúcar y canela. Además, le añado vainilla, que le aporta un dulzor especial. La leche se puede sustituir por bebida vegetal. Así es como la preparamos en casa y queda genial, y es apta para intolerantes a la lactosa o vegetarianos/veganos. Es una bebida que se debe servir fría, incluso se puede congelar una hora para que quede tipo granizado. A continuación os dejo la videoreceta y la receta escrita.
Leche preparada
Eating ArtsIngredientes
- 1 L de leche o bebida vegetal (en casa la preparamos con bebida vegetal y queda genial)
- 20 g de azúcar (puedes poner más, pero a mi me gusta poco dulce)
- La piel de medio limón
- Canela en rama
- 1 vaina de vainilla
- 1 cucharadita de canela
Elaboración paso a paso
- El primer paso es limpiar el limón y cortar la piel. Es importante que solo sea la parte amarilla, porque la blanca es amarga.
- A continuación sacamos los granos de la vainilla: cortamos la vaina de forma transversal con la intención de abrirla y pasamos el cuchillo al revés para sacar las semillas sin cortar la vaina.
- En una olla mezclamos la leche o bebida vegetal, la piel del limón, el azúcar, la canela en rama, la canela en polvo y la vainilla (los granos y la vaina).
- Lo llevamos a ebullición, y dejamos que hierva un minuto o dos. Para que no se queme el azúcar debemos ir removiendo la mezcla constantemente.
- Lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe. A continuación colamos la leche y la metemos en la nevera en una botella, preferiblemente de cristal. Y voilà!