Van Gogh y la coca de patata (ESP)
Así pues, para acabar este menú inspirado en Van Gogh, después de la sopa de patata y los ñoquis, os presento un plato dulce típico de Mallorca: la coca de patata.
De su etapa en Nuenen, que duró unos dos años, surgieron unos 200 oleos, además de numerosas acuarelas y dibujos, siendo un período muy prolífico. Todas las obras se enmarcan en unas tonalidades apagadas, muy distintas a las que lo harán famoso después.
Estas obras de trabajadores de campo podrían fácilmente recordarnos en Ángelus de Millet, y es que Van Gogh fue un gran admirador del pintor de la escuela de Barbizon, y fue por eso que decidió retratar los campesinos realizando sus tareas en el campo. Esta admiración que tenía el holandés hacia Millet está patente en las cartas que escribió a su hermano Theo.
En Mallorca la coca de patata, parecida a un bizcocho, es un dulce muy típico sobretodo del pueblo de Valldemossa, que se encuentra en la Serra de Tramuntana, parada indispensable si se visita la isla para ver la Cartoixa y el palacio del Rey Sanç, donde estuvieron Chopin y George Sand durante el invierno de 1838-39, y comer una de estos bizcochitos. Se suelen acompañar de helado en verano y chocolate en invierno. De hecho, en casa es un dulce que siempre se come la noche de Navidad con chocolate a la taza, después de Matines. ¡Espero que os gusten!
Coca de Patata
Eating ArtsIngredientes
- 200 g patatas hervidas
- 500 g harina
- 200 g azúcar
- 100 g manteca
- 50 g leche
- 30 g levadura
- 3 huevos
- 1 cucharada aceite de oliva
- azúcar glass (para decorar)
Elaboración paso a paso
- Primero hervimos las patatas, y una vez están hervidas las trituramos muy finas.
- Mezclamos las patatas con la manteca, mientras siguen calientes.
- Añadimos el azúcar y los huevos hasta que el azúcar quede disuelto.
- Añadimos la leche y la levadura disuelta en ella.
- Incorporamos la harina poco a pocoa y desupes lo amasoamos. A continuación añadimos el aceite y continuamos amasando (se puede hacer con las manos o con un robot de cocina, que nos facilitará el trabajo).
- Dejamos reposar la masa en un recipiente hasta que mínimo doble su tamaño (se puede dejar fermentar toda la noche si es necesario, cuanto más mejor).
- Cuando haya fermentado, creamos pequeñas bolitas de pasta, que colocaremos en una bandeja de horno (con papel de horno debajo), dejando espacio entre ellas ya que volverán a fermentar. Para trabajar la pasta con más facilidad es importante bañarse las manos en aceite. Las bolas no tienen que ser demasiado grandes, más o menos que quepan dentro de la palma de la mano.
- Las dejamos fermentar de nuevo hasta que doblen su tamaño.
- Metemos la bandeja en el horno caliente unos 10 minutos a 180º. Cuando estén doradas las sacamos, con cuidado de que no se quemen (con un palillo podemos comprobar si están hechas por dentro).
- Para acabar, espolvoreamos azúcar glass por encima.